ESCONDERSE DE LAS REALIDADES

 Por: Andrés Tous

Un tal Alonso Quijano, (2020). Escrita y dirigida por Libia Stella Gómez Diaz. 

Un sentido de la realidad diferente que se esconde en la literatura.

Todo un tratamiento de nuestra realidad manejada con sutileza, porque la muestra desde el querer olvidar la tragedia. Me refiero a la del profesor Quijano, ( Manuel José Sierra, Q.E.P.D). Pero ese olvidar, se efectúa desde un recital, uno que se da en la imaginación, resucitando a Don Quijote de la Mancha.

El origen de un patriarcado, entre Quijano y su esposa, que por la “huida” se desencadena en la fatalidad, nos recuerda los cimientos oxidados y sin base de un machismo disfuncional. Pero que al final, es tanto el dolor de la perdida, que se arrepiente por su actuar, ese actuar masculino lleno de orgullo y de inseguridad.

Entonces, ¿qué hace la mente?, ¿qué hace el individuo?, refugiarse en un lugar donde no puede hacerse daño: las paginas interminables de la aventura. Esa realidad alterna sirve para su escape, vuelvo y escribo; su refugio. Es un personaje solitario, acongojado, pero uno puede observar, (por lo menos para mí), que Quijano es una persona que representa a muchos y a muchas, qué viven de igual manera; el camino solitario de la vejez, que llega para quedarse hasta el último aliento, a veces, en condiciones que es imposible de creer.

Su Sancho panza, (Santos Carrasco), interpretado por Álvaro Rodríguez, es su guardian, su protector, que de alguna manera lo recasta de dicha soledad y lo acompaña en ese viaje imaginario. Gusta mucho la manera del cómo es divulgado estas atmósferas de las interpretaciones, gusta mucho el ambiente en las que se desarrollan estos estados anímicos, me gusta que a la universidad Nacional se le da el contexto que merece: un recinto de conocimiento y académico.

Las realidades que nos rodean a veces son insoportables, y nos obligan a tener una carencia de tolerancia con nosotros mismos. Por eso, la frase entre Quijano y Carrasco: “Por qué nose me permite sólo vivir la fantasía de Don Quijote”. Es vivir detrás del personaje, para esconderse de un pasado, del tiempo perdido, de una realidad que fue, pero que se vuelve una persecución y agónica, por lo que no volverá ser: su esposa y su hija.

Buena cinta, buen escenario, buena escena antefinal, buena por la universidad Nacional.

¡SIEMPRE CINE!