Fuego inextinguible: Imágenes que arden.

 Fuego inextinguible, una película que enciende una llama, contestándole a la guerra, una película que revoluciona la mirada.







“Elevar el propio pensamiento hasta el enojo hasta el punto de quemarse a uno mismo. Para mejorar, para denunciar serenamente la violencia del mundo”. Dice Georges Didi-Huberman sobre la obra de Harum Farocki. 


En estos tiempos volver a ver el trabajo de Farocki resulta necesario. ¿Por qué preguntará la lectora? Estamos día a día bombardeados por imágenes, videos y fotos de la guerra que vemos en nuestros celulares y no siempre tienen el mismo impacto, al contrario, los sentimos lejanos a nuestra realidad, se vuelven copias, de copias de copias. Por eso  traigo a cuento a este director. Desde 1967 Farocki tenía una necesidad de generar una reflexión  sobre las imágenes de la guerra, buscando que estas tuvieran un impacto real en el espectador. 


Sobre su cine Harun Farocki dice: "Películas que surgieran claramente de nuestro movimiento de protesta: nuestras películas como nuestras acciones. Tenían que ser una intervención, una incomodidad, y debían servir de recriminación a la programación usual de cine y tv".



Estudiando cine en Berlín occidental, en una protesta, se toma junto a 18 compañeros el despacho del rector, hecho que lo hace expulsar de la universidad. A pesar de ello Farocki no se queda con la espinita de hacer una película, impulsado por una amiga y una convocatoria realiza
Fuego inextinguible, entre 1968 y 1969 año en que se estrena


¿De qué va? Sobre los efectos del Napalm. Son los años sesenta y transcurre la guerra de Vietnam y es allí, en las bombas donde se usa el Napalm, esto lo va a contar en la película. Por medio de un lenguaje contestatario al referirse puntualmente a “crímenes imperialistas norteamericanos” el tono de la declaración del personaje es denuncia y el de la película también.


 La particularidad del documental, aparece cuando el personaje mira a cámara y nos dice “¿Cómo podemos mostrarles el Napalm en acción? Sí les mostramos las imágenes de las bombas cerrarán los ojos. Así que sin escrúpulos el sujeto toma un cigarrillo, extiende su brazo y lo apaga presionando en su piel. Mostrándonos a los espectadores que una quemadura de cigarrillo es insignificante al lado de una quemadura por el Napalm.


Visceral, si, visceral. La acción por encima de la idea. Ensayo más que el documento. Farocki pensaba las películas como volantes, pancartas o como manifestaciones, que interrumpen el curso  normal de los negocios y los cafés.


Y sí el cineasta por medio de esa imagen logra llegar de una forma más contundente al espectador, que quizás observa la guerra desde su pantalla, sin embargo, al ver un cigarrillo y un hombre apagándolo sobre su brazo, quizás sienta algo más, quizás lamente esa violencia y se enoje frente a los causantes. 


Luego vamos a descubrir que las fábricas producen aspiradoras como producen armas, depende de las manos que produzcan ya sean obreros, ingenieros o estudiantes, se pueden fabricar objetos útiles para el hogar, o desarrollar las más temibles ametralladoras. Dime para quién trabajas y te diré quien eres. 


Fuego inextinguible llegó a la tv y le abrió otro camino a la protesta además de las calles y las aulas. Fuego inextinguible nos muestra el poder que tienen las imágenes, el poder que tiene el cine en el campo de la acción política. 


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