LO SÓRDIDO DEL DESEO EN EL DEPENDIENTE (1969) LEONARDO FAVIO
@Quehayparaver
Ding dong ding dong, estas cosas del amor
Me ocurrió hace pocos días
Al llegar a la estación
Yo subía ella bajaba, la miré y me miró
Ding dong ding dong... Será el amor
Artista: LEONARDO FAVIO 1978
Aunque estas primeras líneas no correspondan directamente al film en cuestión de esta crítica, es probable que algunos de los lectores hayan recordado este clásico de la música del gran Leonardo Favio y quizás su cabeza, reprodujo la melodía automáticamente. Y, como no, si es bien pegajosa. Pero bien, vamos a lo que atañe mi interés en Leonardo y ese mundo sórdido que explora.
Para empezar su vida es demasiado extensa, así que en ello no ahondaré aquí. Primero porque no me corresponde y segundo porque no me interesa, pero lo que si me interesa y me inquieta un poco es la vida cinematográfica de Leonardo Favio. Quizás muchos conocen su música, pero desconocen que Favio primero exploró el mundo del cine. Eso sí, odiado por unos y amado por otros.
FAVIO COMO DIRECTOR DE CINE
Aunque ‘El Dependiente’ (1969) no fue su primera película si se encuentra dentro de sus inicios como director de cine. Si bien es cierto que, en los años 60 el mundo del cine en la Argentina estaba transformándose y tomando unas características de estilo y temática más políticas, no hay que dejar a un lado la constante exploración de los films argentinos que no demuestran una posición política aparente, como lo es ‘El Dependiente’ (aunque para mí, al final todo film es político).
Estas líneas a continuación son solo por dar un contexto general de lo que antecedía a esta película y culturalmente en qué momento se encontraba. Así pues, en los años 60 en Argentina, el cine estaba pensándose para actuar revolucionariamente, su visión del nuevo cine se desligaba un poco de la influencia cultural de los Estados Unidos y emprendía un nuevo rumbo hacía un cine contestatario que resaltaba la cultura y la lucha en contra de lo establecido por el gobierno. En fin, un cine político donde se enmarcan unas joyas cinematográficas como ‘Tire Die’ (1960) o la más conocida en Latino América ‘La hora de los Hornos’, y bueno, muchas otras más hacen parte de esta época en la que Leonardo Favio también entraría en esa ola con ‘Crónica de un niño solo’ en 1964, unos años antes de ‘El Dependiente’.
¿QUÉ ES EL DEPENDIENTE?
Ahora bien, muchos se preguntarán, pero ¿de qué trata El Dependiente? Y bueno, es que este inicio no es un capricho de escritora, sino más bien parte de lo que marcaría un poco más el estilo de Leonardo Favio, ya verán por qué.
Una breve sinopsis de la película sería la siguiente: Fernández (Walter Vidarte) es un tipo que desde pequeño empieza a trabajar en la ferretería de don Vila y durante toda su vida ha esperado el momento de heredar este negocio, pues Vila (Tacholas) no tiene herederos y le ha prometido la sucesión a Fernández. El afán de Fernández por heredar nunca se vio tan apresurado hasta que se enamora de la señorita Plasini (Graciela Borges), un amor a primera vista que le hará desear la muerte de Vila, más que nunca. Pero, en la espera de la muerte de Don Vila, Fernández explora el mundo de la señorita Plasini y ahora, ella también desea la muerte de Vila para no tener que vivir más en una casa que le recuerda a su difunto padre y para no tener que aguantar más a su madre.
Aclaro que, esta es una sinopsis muy vaga, por no querer extenderme en detalles y evitando contar el final para que, aquellos que no la han visto la disfruten, así como yo lo hice la primera vez que la vi. Continuando con lo que mencionaba anteriormente, el contexto del que antecede esta película y en el que se desarrolla, a manera general, carga en sí misma una poética del cine nacional argentino donde la atención de Favio está puesta en esos personajes populares de la época bajo su propia diégesis fílmica que él crea, un mundo “extraño” que emana la atmósfera de El Dependiente.
De momento, la premisa apunta a lo que señala el propio nombre del film, un hombre básico y dependiente, subordinado de una mediocridad, sin mayores aspiraciones y no digo esto porque consideré que las personas deben tener aspiraciones en la vida, eso no me importa y únicamente lo señalo con respecto al film porque mi admiración a este se centra en: cómo en esa mediocridad del personaje y la sencillez del relato Favio hace una gran obra. Esto debido al cómo se cuenta y es que, existirán personas que les interese qué dice (mensaje) mientras que para mí siempre el cómo se dice, es lo que me mantiene viva la emoción al ver cine.
LA CONSECUCIÓN DE SIGNOS FÍLMICOS DA AL ESPECTADOR NOCIONES DEL FINAL
La primera escena del film muestra la inmensidad de la construcción de la ferretería de Don Vila junto a un árbol que se mueve suavemente con el viento de primavera en aquel entonces pueblito de la Provincia de Buenos Aires, Presidente Derqui. De momento, un jovencito entra y luego por medio del narrador sabemos que es Fernández. En esta primera parte el narrador en su función de omnisciencia nos cuenta en vagas líneas, pero no por esto dejan de ser profundas, cuál es la situación actual del personaje principal en esos 25 años que han pasado de su vida en la ferretería de Don Vila y de una vez nos introduce a la señorita Plasini. Pero el narrador luego se hace presente por un silencio inquebrantable, es un espectador más que solo sabía el pasado de esta historia.
En esta primera descripción es perturbador ver un primer objeto que la cámara recorre mientras hace una descripción de Fernández: es una máscara anti-gas, luego otros objetos van apareciendo en ese recorrido, como una libretita y la máquina de monedas con la que opera la ferretería. De momento, el impacto de esos objetos más la descripción del narrador revelan un lado oscuro, un lado sórdido del ser humano que iremos confirmando poco a poco y no solo será de parte de Fernández.
¿POR QUÉ HAY QUÉ DEJARSE SUMERGIR EN EL DEPENDIENTE?
A partir del momento en que se presenta a Fernández y a Don Vila, el film me ha cautivado y me he dejado sumergir en este mundo que crea Favio y que, a medida que continua quiero saber más. Pues bien, mi interés particular está en sus personajes. No obstante, la forma en que la puesta en escena está dada es asombrosa, ya que en algunos momentos existe una sincronía de los diálogos con el movimiento; la sensación que se crea es de una cámara que reacciona a las palabras, no por un sentido de lo automático, sino por un sentido que acompaña la narrativa estética de este mundo.
Por otro lado, las sombras y los planos cerrados de los personajes enmarcan las emociones, no por qué si, el sentido de esa enmarcación es mostrar esos deseos y emociones reprimidas en cada personaje. En este sentido, es posible afirmar que todos los personajes (a excepción de Don Vila) son seres reprimidos y por ello viven atormentados. Una morbosidad en la mirada del film que produce una especie de humor negro y explora lo sórdido del deseo del ser humano.
A medida que transcurre la película, Fernández visita con frecuencia a la señorita Plasini y empezamos a conocer un poco más de su mundo y podría afirmar que este es mucho más interesante que el de Fernández en la ferretería. Además, esta es otra cosa que me encanta del film y es que, aunque el personaje principal es Fernández la forma de mostrar quién es y las represiones que le aquejan, usualmente son descubiertas en casa ajena y no en su mundo ordinario, desestabilizando al personaje para sacudirlo y al mismo tiempo incomodar o hacer reír al espectador.
EL MUNDO DE LA SEÑORITA PLASINI
Es el más normal pero el más extravagante a la vez. Básicamente, es una chica que vive con su madre y extraña a un padre difunto. Pues bien, hay unos detalles aquí que son importantes. Por un lado, la actuación de la señorita Plasini una maravilla de Graciela Borges, siempre con una mirada baja y atormentada, unos movimientos impredecibles que parecieran ser al azar pero que, si se detallan están muy bien conectados con esa psicología interna del personaje que viene a ser constituyente de la unidad total del film. Por ejemplo, hay una escena donde la señorita Plasini está despidiendo a Fernández afuera de la puerta de su casa y al subir la mano para tomar el crucifijo que le cuelga del cuello, esta sube rápidamente rozando su abdomen y su pecho en señal de una represión sexual, luego le dice a Fernández que se contenga. Más adelante, en otras situaciones se presenta condescendiente a los coqueteos de su pretendiente, pero bruscamente cambia a una actitud indiferente hacía él. Por dar un ejemplo final, hay otra escena donde Fernández le confiesa su amor y la forma de reaccionar de ella es llorando, algo le duele, ¿será el amor?
Adicionalmente, la madre de la señorita Plasini es realmente chistosa pues ella viaja de la cocina al patio en medio de una timidez y picardía al mismo tiempo. Añadiendo que también tiene reacciones impredecibles como las de su hija. Si bien, al inicio pareciera ir todo bien vamos descubriendo que la relación entre las dos es caótica y su vida tiene un poco de misticismo ¿por qué? Por un lado, descubrimos que hay alguien más en la casa y es un hermano que ha estado oculto todo el tiempo.
Por otro lado, el padre, un hombre difunto que cobra vida a través de una vieja silla que nadie puede usar; la foto que tienen de recuerdo es un retrato de Fernández (complejo de Electra); él era vidente; su hija lo extraña porque le ensañaba plegarias y mantenía controlada a su madre; este mismo hombre tiene en la casa un centro espiritista (una especie de culto religioso del que no se sabe mucho), donde incluso Fernández entra por equivocación y le dicen: -Libérese.
Por último, hay una escena donde aparece un escarabajo y las Plasini responden: -Son de la luz. Una actitud realmente extraña pero que puede ser (afirmo yo) la reencarnación del padre. Además, estos insectos se guían por la luz de la galaxia y algunas especies de escarabajos brillan.
¿QUÉ DIRÁN?
El qué dirán es una cuestión frecuente en cada personaje y cumple una función esencial en el film, ya que esto refuerza la idea de represión en la que viven los personajes. Por esto, hacía el final, Fernández y la señorita Plasini tienen una explosión de emociones cuando viajan juntos en un carro, además es la primera vez que pueden estar “solos”.
Y PARA TERMINAR...
Para ir llegando a las conclusiones, considero que Favio hace una exploración sensorial (hasta donde la imagen y el sonido se lo permiten) de cómo se puede sentir el amor, el miedo, el deseo, etc y que, además son reacciones que se deben reprimir porque son mal vistas socialmente o porque simplemente es la cara de la moneda que se quiere ocultar, lo sórdido del deseo humano.
Otro aspecto muy importante es que jamás sabemos los nombres de los personajes, simplemente sus apellidos en señal de guardar legado cultural en el sentido de lo heredado.
Por último, una de mis escenas favoritas del cine es la de esta película, concluye de una forma muy poética y una actuación casi teatral. Aunque no es un final literal, si da a entender que la muerte era el único recurso de Fernández para solucionar su situación cuando los papeles entre la señorita Plasini y Vila se intercambiaron.
Y ahora sí lo último, es que está escena es toda una coreografía, ya que para la época las cámaras eran demasiado pesadas, no existía el steadycamy Anibal Di Salvo con la cámara en mano sale del inframundo para ver el cielo (acompañado de música).
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