La dignidad de tener un hogar.
Por: Alejandra Arjona
Cambios sociales, políticos y económicos del país produjeron grandes migraciones de personas que huían de sus tierras natales y, como Bogotá era el principal centro urbano receptor de gran cantidad de habitantes de todos los grupos sociales, era el lugar perfecto para que estas personas, por lo general, eligieran habitar cierto tipo casas conocidas como inquilinatos. Los inquilinatos tenían una extensa capacidad de albergar a varias personas en una misma vivienda, esto las convertían en una solución práctica para muchas personas.
Estas casas en su mayoría fueron abandonadas desde el bogotazo, pero en los años 90 empezaron a renacer los antiguos dueños de las casas, por lo cual la desaparición de los inquilinatos era casi que inminente.
Esta es la trama de la película la estrategia del caracol. Un grupo de inquilinos que vive en la casa Uribe de un momento a otro tienen que enfrentarse al desalojo inminente. Por lo cual deciden llevarse la casa en la espalda, como un caracol; con el fin de que todos sus habitantes puedan seguir viviendo en ella sin que se las arrebaten en un futuro.
La casa es una representación de una pequeña ciudad bogotana; en los inquilinos se observa la diversidad, las diferencias y las distintas costumbres, el hecho de que se muestre en la casa una serpiente y un caballo, una travesti y un cura, entre muchas cosas más, muestra que es una casa que puede albergar a cualquiera.
Los pasillos y los jardines centrales tan representativos de estas casas antiguas de la Candelaria son los sitios de intercambio de ideas, de decisiones comunitarias, de comunidad; sin embargo, cada habitación tiene su privacidad y su propia historia. La calle real será esa institución opresora, ahí se encontrará esa clase burgués bogotana que quiere quitarle a estas personas su casa, sin siquiera cuestionarse si estas tienen otro hogar al cual acudir.
Lo más atractivo de esta película es la forma en la que se muestra a esta Colombia dividida entre ricos y pobres, esta lucha de clases y esta lucha por la dignidad humana, esta injusticia social y esta falta de solidaridad.
Con los personajes principales Cabrera nos hace una representación de lo que comúnmente conocemos como el prototipo de una persona colombiana:
1. El perro Romero, es una abogado que cree en la ley, es una representación de un colombiano que poco a poco ha salido adelante con sus estudios (en este caso derecho). La postura de él respecto al desalojo de la casa es buscar cualquier salida legal que pueda existir para que la casa se quede con sus habitantes, que llevan viviendo ahí más de 40 años.
2. El dr. Holguin, es ese bogotano burgués que solo le interesa el dinero, sus propiedades privadas y él mismo, no le importa pasar por encima de las demás con tal de beneficiarse así mismo.
3. Gustavo Calle, es un personaje paisa que, se supone unirá los tiempos de la pasada estrategia del caracol y los desalojos de hoy en día, pero en verdad va a desencajar los tiempos y se va a levantar por encima de la narración como un portavoz externo e inoportuno de un director que desde afuera trata de decirle a la gente que su historia no es el pasado sino que también es el presente. Además, es un perfecto charlatán que en la película servirá como el perfecto distractor que les permitirá llevar a cabo la estrategia sin que nadie se entere.
4. Por otro lado, está Jacinto, un anarquista español, el cual dará una mirada pesimista pero muy realista; él sabe que los desalojaran y será el que plantee la estrategia del caracol.
¿Qué es la casa Uribe? La película presenta dos respuestas y dos perspectivas diferentes.
Por un lado, tenemos la de Romero y Doña Eulalia, ellos creen que esta casa es la ubicación, es el terreno, es comprar las verduras en el líchigo de siempre, es estar ubicados en el centro. Por eso mismo Doña Eulalia prefiere matar a su esposo en ese lugar, ya que para ella esa es la casa.
¿Qué es la casa Uribe? La película presenta dos respuestas y dos perspectivas diferentes.
Por un lado, tenemos la de Romero y Doña Eulalia, ellos creen que esta casa es la ubicación, es el terreno, es comprar las verduras en el líchigo de siempre, es estar ubicados en el centro. Por eso mismo Doña Eulalia prefiere matar a su esposo en ese lugar, ya que para ella esa es la casa.
Por otro lado, está la idea de Jacinto, el que considera que la casa son sus paredes, puertas, ventanas, duchas e incluso la mancha de la virgen en la pared, prácticamente son los objetos físicos, por eso cree que el hogar se puede llevar a donde uno quiera como lo hace el caracol.
Sergio Cabrera intenta hacer un cine revolucionario un cine militante, teniendo en cuenta el resto de sus películas, pero lo hace en una situación de comodidad o de privilegio como le solemos decir comúnmente. Indagando en la vida personal del director, encuentro que es hijo de un español anarquista exiliado que muy pronto generó dinero en el país, (de hecho, el padre protagoniza la película, hace el papel de Jacinto) esta situación generó que el representara un caso de “civilización y barbarie”
Se representa en la forma en cómo él se imagina que vivía la gente pobre, más es de notar que no indagó ni investigó profundamente en esto y presenta más a los personajes como bárbaros. Un ejemplo es el imaginario que él tiene de la forma de dormir de las personas pobres.
Él imagina que estas personas duermen con los animales, mostrando un caballo y una serpiente, aunque claro, no se puede dejar de lado que estos animales también cumplen la función de mostrar la diversidad que había en la casa.
Aparte de esto muestra la civilización en Jacinto, él será el que planeará la estrategia y la solución, y para la sorpresa de todos, él es el europeo.
Por otro lado, comprendo que su crítica fundamental es a la gentrificación. La película desarrolla perfectamente esta idea del magnate que hará todas las maniobras posibles para obtener estas construcciones antiguas y acá se verá el reflejo de una urbanización desigual que tanto caracteriza a Bogotá y en sí a muchas ciudades de Colombia.
Por último, me parece interesante una escena final donde salen entrevistando a Gustavo Calle, en esta entrevista el inoportuno periodista le pregunta “Y bueno, todo esto ¿Para qué?” (haciendo referencia a la estrategia del caracol), Gustavo le dará la mejor repuesta: “¿Para qué? ¿Cómo que pa’ que? Pues pa… ¿Para que le sirve a usted la dignidad? ¿Esa palabra no existe o qué? Como que pa que, para la dignidad, para la dignidad NUESTRA, ¡pa que pregunta este huevon!
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